miércoles, 10 de septiembre de 2008

Aldo y el Opus


Aldo M. ha aclarado a todos los blogs maleteros que no pertenece al Opus Dei sino al Opus Night. ¡Qué alivio! Las malas lenguas decían que él militaba en el Opus Gay que rima mejor y no ofende a la ortografía.

Es una verdadera primicia porque Aldo apoya al proyecto cavernario del Opus, defiende a Cipriani en todas sus aventuras mundanas (incluyendo la alcahueteada a los hermanitos Tudela), insulta a los enemigos del Opus (“por razones ideológicas”), pero dice que no es parte de la Obra. Puesto en sus propias palabras, siempre adolescentes:

Por si acaso, no soy practicante, convivo, no pondría a un hijo en un colegio que no fuera laico y mixto, y apoyo abiertamente temas que no le gustan al clero (control de natalidad, divorcio, eutanasia, legalización de las drogas, matrimonio gay, fin del celibato eclesiástico, que las monjas puedan hacer misa, etc., y publico a un anticlerical convicto y confeso como La Ortiga), así que por allí no me chanten ser del Opus Dei o algo así por haber defendido a Cipriani, como por allí ya he escuchado. Soy Opus Night, en todo caso.”

Si lo que dice es cierto, Aldo es más burro de lo que parece. No se puede ser compañero de ruta de fanáticos falangistas, así se coincida con ellos en los negocios o en el odio a los rojos. Eso se llama ser tonto útil porque, para el Opus, quien vive en pecado y defiende a quienes no están en el plan de Dios (según la versión de San Bamba José María) “ya fue”. O sea, anota, “no la hace”, así viva de rodillas.


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