viernes, 12 de diciembre de 2008

Moderar la lengua


Aparecido en Expreso el 3 de diciembre:

Al comenzar un nuevo año litúrgico, el cardenal Juan Luis Cipriani, pidió honradez en el uso de los recursos públicos y privados y moderar la lengua para no insultar a nadie, así como hizo un llamado a una mayor unidad de la familia peruana en las circunstancias actuales que el país atraviesa.

Nuestro querido purpurado lo expresa mejor que nadie:

El sistema se ve afectado con manipulaciones, críticas, discusiones, opiniones e intervenciones que también involucran a nuestros hermanos chilenos. Producto de la envidia, la cólera, el resentimiento de no poder guardar las formas, con declaraciones impertinentes y ofensivas; actuamos con ese complejo que nos hace proceder indebidamente; cuando debemos buscar formas de solución, de paz y entendimiento, con la capacidad propia de nuestra envergadura”.

Sabias palabras las del pastor, quien ha demostrado en más de una ocasión la moderación verbal y el sosiego expresivo. A ver si se contiene este sábado en su programa político radial.

Si ya atacó a un obispo cercano al Papa, bien podría hacerlo contra Mario Vargas Llosa (que dicho sea de paso está bien premiado estos días)... ¿por qué no te callas diría el rey Juan Carlos?

martes, 2 de diciembre de 2008

"NO A LOS MANIPULADORES"


De izq a der: Mons. Miguel Cabrejos, O.F.M. (Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana); Salomón Lerner Febres (Rector Emérito de la PUCP); P. Gustavo Gutiérrez, O.P. (Profesor Emérito de la PUCP); Mons. Gerhard Ludwig Müller (Obispo de Ratisbona, Alemania); Dr. Marcial Rubio Correa (Vicerrector Académico de la PUCP); Mons. Salvador Piñeiro (Obispo castrense del Perú); Dr. René Ortiz (Secretario General de la PUCP).


El 28 de noviembre la PUCP distinguió con un Doctorado Honoris Causa a Mons. Gerhard Ludwig Müller, obispo de Ratisbona, Alemania. Müller es un obispo y teólogo muy cercano al actual Papa Benedicto XVI al punto que este le ha encargado la edición de sus obras completas. A la ceremonia asistieron dos influyentes miembros de la alta jerarquía eclesiástica, Mons. Miguel Cabrejos, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Mons. Salvador Piñeiro, obispo castrense, y el Padre Gustavo Gutiérrez, venido para la ocasión desde los Estados Unidos.

La presencia de estos tres últimos sacerdotes revela la importancia del acto y el relevante aporte teológico del homenajeado. Cabrejos y Piñeiro (máxima autoridad de los obispos peruanos y vicario de las fuerzas armadas, respectivamente) son figuras importantes entre los obispos del país y, aunque nadie podría acusarlos de extremistas, no comulgan con el Opus.

Como era de esperarse, para el arzobispo de Lima, maestro y guía del general Donayre, este reconocimiento a Monseñor Gerhard Müller era una blasfemia. Fiel a su estilo, quiso atarantar al Obispo de Ratisbona pidiéndole anticipadamente que no acepte el grado honorífico de la PUCP y que no viaje a Lima. Müller le consultó qué hacer a nadie menos que el Papa Ratzinger quien lo felicitó por el doctorado honorífico (que él mismo había recibido en 1986) y le aconsejó asistir llevando, además, su saludo a la Universidad.

Como J. L. Cipriani es un buen politiquero, quiso madrugar a la opinión pública a través de su programa radial Diálogos de Fe (RPP), saliendo el 29 de noviembre pasado con esta historia y dando clases de etiqueta:

“Yo tengo un ejemplo y lo digo muy de pasada y con el mayor deseo de saludo. El día de ayer, un señor obispo alemán recibe una distinción de la Católica. Bueno, yo no tengo nada que decir en contra de esta distinción, pero sí me llama la atención que un obispo no sepa que al llegar a una arquidiócesis debe saludar a su par, que soy yo, que además soy Gran Canciller de la Universidad Católica. Pensarán “no le va a gustar, qué va a decir Cipriani”... no, Cipriani sigue obedeciendo los mandatos de la Santa Sede. Quien ha invitado y ha hecho esta gestión es para crearme un incomodo, pero no saben que le doy un abrazo desde aquí a Mons. Müller, no a los manipuladores. Pero… es cristiano, veo que es una cosa mal hecha porque está hecha a espaldas de la máxima autoridad religiosa que soy yo, y además con connotaciones que no son del caso pero que claramente se ve un ánimo de fastidiar, pero no me ha fastidiao (sic), me alegra que a un hombre de una teología sólida se le de un reconocimiento en una universidad en donde lamentablemente no se enseña una teología sólida (…).”


"Diálogos de Fe" (RPP, 29 de noviembre del 2008)

Sí, claro. Cipriani que tiene una teología con la profundidad de Ricardo Belmont (el gran promotor del Opus en la TV peruana) alaba la solidez teológica de Müller en desmedro de la de la Católica, sin darse cuenta que el obispo alemán alabó en su discurso, varias veces, el aporte teológico de Gustavo Gutiérrez. Para colmo de males, se hace el resentido porque Müller no lo saludó al llegar a su arquidiócesis. Le va a crecer más la nariz.

¡Cómo lo iba a ir a saludar el homenajeado si le había pedido que no aceptara el doctorado y que no viniera al país! Tremendo manipulador salió perdiendo, porque el obispo Müller tiene línea directa con Benedicto XVI y conoce bien al Perú y sus sacerdotes. Por eso al arzobispo de Lima no le quedó más que ponerse el parche en su mencionado espacio político radial señalando, en tercera persona, que “Cipriani sigue obedeciendo los mandatos de la Santa Sede”

Para darse cuenta de lo solo que está Cipriani en este tema, es bueno leer lo que dicen otras personalidades de la Iglesia Católica sobre el doctorado honoris causa de Müller:

Monseñor Cabrejos:

“La Universidad Católica ha realizado un reconocimiento excelente y extraordinario a Monseñor Müller, quien no sólo es muy conocido en el mundo teológico de Europa, sino porque él –como lo ha dicho hoy- ha estado muchos años en el Perú. Sus visitas a nuestro país le han permitido conocer el desarrollo de nuestro pensamiento teológico, el mismo que se ha reafirmado desde su experiencia con los más pobres. De su discurso me gustó mucho que mencionara que el capitalismo se ha deshumanizado a causa de la codicia de las personas. Monseñor Müller nos ha recordado que no se puede hablar de Dios sin pensar en el rostro sufriente del ser humano”

Monseñor Piñeiro:

“Hemos sido testigos de un homenaje a un gran pensador que ama mucho al Perú. De otro lado, venir a la Universidad Católica significa para mí encontrar ese mundo de reflexión, ese querer que la cultura esté inspirada en la ley de Jesús y en el Evangelio. El discurso de Monseñor Müller nos ha mostrado cómo tenemos que buscar los caminos de la paz, respetando la dignidad del hombre y escuchando a ese Jesús que nos ha dado la libertad y la salvación”

Padre Gustavo Gutiérrez:

“Yo creo que ha sido un momento notable en la vida de la Universidad, por la calidad personal de a quien se le daba esta distinción: un teólogo de primer nivel y gran conocedor de América Latina y muy concretamente del Perú”.

Así es el fútbol, Cardenal, hay que jugar respetando el fair play, ¿o usted cree que sigue siendo el engreído de la FIFA?

La noticia en ZENIT. Mientras, la página del Arzobispado no dice ni pio.