Dicen los entendidos que Cipriani no hace la misa en latín porque no sabe suficientes lisuras en esa lengua. El gran Juan Acevedo retrata bien al cardenal bocasucia en su arremetida contra el ministro Ugarte y en su cortina de humo para distraer a la población del tema del encubrimiento de los casos de pedofilia en la Iglesia.
Para Cipriani, solo los embriones tienen derechos, los niños abusados tienen cojudeces. Por eso, cuervo precavido vale por dos, ha ordenado una limpieza selectiva de los archivos locales para que no queden huellas (de los amigos, se entiende) de algún exceso. No vaya a ser que cambien los vientos en unos años y vengan curiosos a exhumar pecadillos.
Su problema es que hay expedientes que no se olvidan. Por ejemplo, el prontuario pedófilo del piadosísimo Figari, fundador de la secta sodálite, bien merece una revisita de la prensa.
Para Cipriani, solo los embriones tienen derechos, los niños abusados tienen cojudeces. Por eso, cuervo precavido vale por dos, ha ordenado una limpieza selectiva de los archivos locales para que no queden huellas (de los amigos, se entiende) de algún exceso. No vaya a ser que cambien los vientos en unos años y vengan curiosos a exhumar pecadillos.
Su problema es que hay expedientes que no se olvidan. Por ejemplo, el prontuario pedófilo del piadosísimo Figari, fundador de la secta sodálite, bien merece una revisita de la prensa.